¿Para qué o por qué haces ejercicio? Si lo primero que llega a tu cabeza es que el ejercicio sirve para quemar calorías te invito a que termines de leer este blog.
Hoy en día sabemos suficiente sobre los beneficios de hacer ejercicio y la realidad es que muchos lo siguen viendo desde la única perspectiva del gasto de energía. Algunas veces se vuelve incluso una actividad que “debemos” de hacer en lugar de una actividad que “queremos” hacer.
Hablemos un poco sobre los beneficios de llevar una vida activa, seguramente has escuchado varios de ellos.
- Hacer ejercicio está asociado a una vida más longeva y de calidad. No solo queremos vivir más, queremos disfrutar del mejor estado de salud posible.
- Una vida activa nos previene de enfermedades crónicas como la diabetes.
- Mejora nuestro sistema cardiovascular. Qué mejor razón para levantarte del sillón que disminuir los riesgos de enfermedades cardiacas. Sobre todo, en un país donde este tipo de afecciones son la causa número uno de muerte
- Mejora nuestros marcadores bioquímicos, como el perfil de lípidos, los niveles de glucosa, los parámetros del funcionamiento renal y hepático, entre otros.
- Nos ayuda a mantener una buena presión sanguínea. Hoy en día existe un gran número de personas hipertensas. La actividad física debería estar prescrita de la misma forma que su medicamento. Y no quiero decir que pongan en riesgo su salud con ejercicios de alta intensidad, pero caminatas suaves todos los días es algo que definitivamente se puede hacer.
- Nos ayuda a mantener músculos y huesos sanos. Suena más atractivo el hacer ejercicio para fortalecer tus músculos y huesos que únicamente para quemar la cena del día anterior o para “sudar la cruda”.
- Puede mejorar nuestro estado de ánimo, de autoestima, de confianza y otorgarnos una sensación de bienestar y felicidad.
- Hacer ejercicio puede ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso. Todos sabemos que dormir bien y suficiente es uno de los pilares del bienestar y es algo que está subestimado hoy en día.
- Hacer ejercicio puede minimizar el dolor ya que ayuda a llevar oxígeno y nutrientes a nuestros tejidos.
Hacer ejercicio de forma regular es una de las mejores decisiones que puedes tomar en pro de tu salud y una de las herramientas más eficaces para mantener un peso saludable.
Muchas personas que han enfocado sus objetivos de pérdida de peso en el ejercicio han fracasado. La razón es simple: hacer ejercicio estimula el apetito y además, después de una sesión extenuante de ejercicio el cuerpo preferirá quedarse lo más quieto posible el resto del día. En resumen, entre más ejercicio hagamos, más hambre y menos ganas de movernos tendremos. Si a eso le sumamos elegir hacer a la par una dieta muy restringida en calorías tenemos la perfecta fórmula del desastre.
Utilizar el ejercicio como un medio para ganarse el derecho a alimentarse o para pagar los excesos es una mala práctica que lleva una connotación negativa. Tenemos que comenzar a cambiar el enfoque. No solo debemos preocuparnos por mantener una sana relación con nuestros alimentos, también con el ejercicio.
Permite a tu cuerpo hacer las cosas para las que está diseñado. Date la oportunidad de sentirte de manera diferente. Cambia tu forma de pensar la próxima vez que estés por entrar al gimnasio, por tomar tu clase o por salir a correr. Enfócate en los beneficios y no en la cantidad calorías gastadas que marca tu reloj. No estamos en este mundo solo para quemar calorías, estamos en este mundo para experimentar bienestar, para disfrutar y divertirnos, para compartir nuestra energía con otros y para buscar la mejora continua.