El rol de la vitamina D en nuestro cuerpo

El rol de la vitamina D en nuestro cuerpo

“No sólo se trata de huesos fuertes, hay muchas otras razones por las cuales es importante tener niveles óptimos de vitamina D”

La vitamina D es considerada un nutriente y también una hormona. Podemos obtenerla de forma exógena, a través de ciertos alimentos, pero la mayor cantidad la sintetizamos nosotros mismos en nuestra piel a partir de una molécula precursora del colesterol y con la exposición a la luz solar.

Dentro de nuestro cuerpo, existen varias funciones críticas que requieren la presencia de niveles óptimos de vitamina D, para poderse llevar de forma apropiada.

Huesos fuertes

Sin duda uno de sus roles más conocidos. La vitamina D tiene un papel importante en la absorción del calcio y fósforo en el intestino para poder mantener niveles séricos adecuados y favorecer la mineralización en nuestros huesos. Sin la cantidad adecuada de vitamina D, los huesos pueden volverse frágiles y estar expuestos a fracturas.

Músculos fuertes

La vitamina D puede llegar a disminuir la debilidad muscular al ayudarnos a preservar las fibras musculares.

Salud cardiaca

El corazón es un músculo, y como cualquier otro músculo cuenta con receptores de vitamina D. Algunas células del sistema inmunológico, que participan en enfermedades cardiacas como la arterioesclerosis, están reguladas por la vitamina D. Además, nos ayuda a mantener las arterias flexibles y saludables. Los niveles bajos de vitamina D pueden colocarnos en mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares y cualquier evento de enfermedad cardíaca.

Sistema inmunológico

Los niveles adecuados de vitamina D promueven la producción de células para protegernos sobre enfermedades respiratorias y autoinmunes.

Prevención del cáncer

Algunos estudios sugieren la capacidad de la vitamina D para inhibir el desarrollo de tumores y disminuir el crecimiento de tumores ya existentes. A pesar de que la evidencia no es contundente, es posible que las personas que mantienen niveles óptimos a lo largo de su vida tengan menor riesgo de padecer esta enfermedad.

Combate la depresión

Hay estudios que relacionan niveles séricos bajos de vitamina D con problemas de depresión. Falta recopilar información y profundizar en investigaciones, pero hasta ahora, podría ser que mejorar la ingesta de vitamina D resulte beneficioso para las personas que tienen este padecimiento.

Salud metabólica

Se ha descubierto que la vitamina D está asociada con varios tipos de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes mellitus y la resistencia a la insulina. Diversos estudios informaron que la insuficiencia de vitamina D está relacionada con el riesgo de síndrome metabólico.

¿Quiénes están más propensos a tener una deficiencia de vitamina D?

  • Las personas mayores, ya que la síntesis de la vitamina se vuelve más ineficiente a medida que envejecemos.
  • Personas con problemas gastrointestinales o con bypass gástrico.
  • Personas que padecen obesidad.
  • Personas que llevan dietas veganas.
  • Las personas que tienen piel más oscura.
  • Quienes utilizan protectores solares.
  • Quienes pasan mucho tiempo en interiores y tienen una exposición limitada al sol.

Algunos síntomas de una posible deficiencia de vitamina D son: cansancio, dolores articulares o musculares, debilidad o fracturas por estrés.

En nuestra dieta podemos incluir alimentos como salmón, sardinas, atún, yema de huevo, camarones, leche, yogurt o algunos alimentos, como cereales, que vienen fortificados con vitamina D. También podemos incluir un suplemento, siempre y cuando lo verifiquemos con un profesional de la salud que nos ayude a determinar si es indispensable y la dosis que debemos tomar, ya que puede tener interacciones con algunos medicamentos o puede haber riesgo de sobredosis.

Las recomendaciones generales varían, y el tema es aún algo controversial, pero para adultos se sugieren dosis de 600 a 2000 UI al día (15 mcg – 50 mcg), dependiendo del contexto del individuo.

Es posible conocer los niveles séricos de vitamina D acudiendo al laboratorio y solicitando un examen llamado: 25 hidroxi vitamina D. Con esta información tendremos un panorama mucho más acertado sobre si somos o no, candidatos a la suplementación.

Como conclusión, la vitamina D es una vitamina liposoluble que debemos incorporar a través de nuestra dieta y llevando un estilo de vida saludable. El exponernos diariamente al sol por periodos cortos ayudará, en gran medida, a mantener los niveles en rangos saludables.

Como todo en la naturaleza, debe existir un equilibrio. Tomar más vitaminas o más minerales no es necesariamente mejor. El exceso de uno puede comprometer la absorción y funcionamiento de otro. Si bien no es posible caer en una sobredosis de vitamina D por exponerse al sol (ya que el cuerpo regula esta síntesis), si es posible hacerlo a través de los suplementos.

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