Cuando se habla de mejorar el estilo de vida es común adoptar la regla de “acelerar de 0 a 100”. ¿A qué me refiero con esto?, a pasar de ser una persona que trabaja sentada la mayor parte del día, que come lo que pidió en la comida rápida (u hoy en día, Rappi), acabando en casa cansada y sin muchas ganas de hacer ejercicio para ser el más intenso en el gimnasio, uniéndose al reto de 30 días con la dieta más extrema.
En la realidad, he sido testigo en más de una ocasión que esa persona solo tendrá motivación para hacerlo durante 1 mes para después ser algo que abandone, cayendo en la etapa del remordimiento, culpándose por fallar, convenciéndose que un estilo de vida saludable no es para él o ella.
Sin duda aplaudo las ganas de querer mejorar e intentarlo. Pero ¿por qué querer correr un maratón cuando no hemos siquiera dominado una carrera de 5 km? ¿Por qué querer someterse a una serie de cambios sin haberse preparado y estudiado a uno mismo?
Lo primero que debemos hacer es definir qué es lo que queremos cambiar, seguido de un por qué y un cómo. Es justamente hacer un plan, sin él nos encontraremos navegando pronto en aguas desconocidas que seguramente nos harán regresar al punto de partida.
Si hay más de una cosa que queramos cambiar, priorizaremos las de mayor impacto. Comenzando con 1 a la vez. Aquí te daré algunas ideas de los hábitos que son fundamentales y son pilares de una vida de bienestar:
- Ser consciente: Estar presente. En este hábito suelo insistir mucho, porque es común que sea olvidado y menospreciado. Vivimos en modo de piloto automático y pocas veces hacemos una pausa para vivir en el momento.
- Bebe agua. Así de sencillo. No refrescos light, tés endulzados o café. Agua. Asegura al menos 2 litros de agua al día.
- Duerme de 8 a 10 horas. Éste es uno de los más difíciles, pero es uno de los de mayor impacto.
- Incluye vegetales en tus comidas. Esta es una muy buena manera de mejorar sin necesidad de medir todos tus alimentos o de privarte de esas cosas que te gustan. Simplemente añade una buena porción de vegetales y estarás dando un paso hacia la mejora.
- Incluye proteína de buena calidad a tu dieta. Ya sea de origen animal o vegetal, asegura una buena ingesta de este macronutriente al día. La porción ira en función de muchas cosas como tu edad, sexo y actividad física.
- Camina. Si eres de los que no han hecho ejercicio en mucho tiempo comienza por esta sencilla tarea. No tienes que iniciar con una subscripción al gimnasio y dedicarle 2 horas. Comienza sencillo: camina. Si trabajas sentado, levántate cada 30 min y camina un poco. Si has cumplido la parte de beber suficiente agua, te aseguro que tendrás que caminar más veces al baño.
Estoy segura de que todo esto ya lo sabes, pero ¿realmente has adoptado un plan para dominar estos hábitos? Pareciera sencillo de hacer, sin embargo, toma tiempo y esfuerzo. Los cambios destinados a perdurar son aquellos que hacemos de manera consciente.
Realiza el siguiente ejercicio: elabora un plan para cada uno de estos hábitos esenciales
- ¿Qué quiero cambiar? Elige 1 y manos a la obra
- ¿Por qué lo quiero cambiar? Piensa en el impacto a la salud que puede tener hacerlo o no hacerlo.
- ¿Cómo lo voy a cambiar? Elabora un plan lo más detallado que puedas. Cuándo y dónde son preguntas que podrás usar para detallarlo.
Y recuerda, 1 cosa a la vez. Se paciente contigo mismo. No busques la perfección sino la mejora continua. Acepta que el fracaso es parte del proceso y que no hay lección que aprendamos sin haber fallado.