Mejora tu salud con un paso a la vez

Mejora tu salud con un paso a la vez

Realizar actividad física no tiene por qué ser complicado. Algo tan sencillo como caminar diariamente puede hacer grandes cosas por tu salud física y mental.

A lo largo de este año hemos comentado en otros artículos lo importante que es generar movimiento. Cuando de mantenernos activos se trata, la mayoría piensa en un entrenamiento o ejercicio estructurado y complejo, pero la realidad es que no tiene que ser así.

Nuestro día consta de 24 horas. Con suerte 8 de esas 24 horas estaremos durmiendo. Si vas al gimnasio, a tu clase de crossfit, pilates o yoga esto significará entre 1 y 2 horas máximo de ejercicio. ¿Qué pasa las 14 horas restantes? A lo que quiero llegar con esto es que el tiempo que destinamos al ejercicio no representa mucho de nuestro gasto energético total; al contrario, toda actividad llevada a cabo durante las otras 14 o 16 horas del día tiene un gran impacto.

Repasa en tu cabeza la forma en la que suele transcurrir tu día. ¿Cuántas actividades de las que realizas involucran estar sentado? Manejar, comer, trabajar, ver la tele y hasta ir al baño. Habrá personas que su trabajo les implique más movimiento que otras, pero para la mayoría el trabajo se resuelve sentados frente a una pantalla.

Nuestra misión entonces es estar activos, movernos y caminar es una manera en la que podemos ganar terreno. Hay que convertirlo en un hábito, idear formas y estrategias para acumular una buena cantidad de pasos todos los días. Iniciar con 5,000 pasos al día es un objetivo bastante aterrizado y conforme vayas dominando estos 5,000 podrás ir aumentando gradualmente.

Para que termines de animarte a caminar de forma diaria, te voy a platicar de los múltiples beneficios que puedes obtener de esta actividad.

Te ayuda a mantener un peso saludable. Cualquier actividad física significa un gasto de energía, además el estar en movimiento promueve que toda esa maravillosa “maquinaria” que es nuestro cuerpo funcione de manera óptima.

Prevenir enfermedades. Incluir unos 30 minutos de caminata diariamente puede ayudarnos a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, presión alta, mejorar niveles de colesterol, combatir la resistencia a la insulina y a mitigar dolores musculares.

Entrena tu sistema cardiovascular y pulmonar. Los ejercicios que le dan soporte a la función cardiovascular no se limitan a correr y hacer burpees. Caminar es un excelente recurso para entrenar a nuestro corazón y nuestros pulmones.

Fortalece huesos y músculos. Tanto el tejido óseo como el muscular son tejidos vivos que se renuevan constantemente. Hacer ejercicio ayuda a estos procesos de regeneración y nos ayuda a mitigar su degradación.

Mejora nuestra postura, balance y coordinación. Una mala postura afecta nuestra apariencia y además puede traer problemas de cuello y de espalda. Estar de pie en automático nos ayuda a fortalecer los músculos, a encontrar balance (luchamos contra el efecto de la gravedad) y a ser más coordinados.

Fortalece tu sistema inmunológico. Nuestro sistema inmunológico es el encargado de protegernos contra las enfermedades y los agentes que puedan causarnos daño. A todos nos conviene un “ejército” de glóbulos blancos fuerte y preparado para realizar adecuadamente sus funciones.

Aumenta tus niveles de energía. Al existir un adecuado flujo sanguíneo en todos nuestros músculos y órganos nos sentiremos con más vitalidad. Además, cuando hacemos actividad física producimos hormonas (como las endorfinas) que nos ayudan a sentirnos más felices.

Mejora tu calidad de sueño. Al ser una actividad que mitiga los efectos del estrés, podemos encontrar que dormimos mejor cuando tenemos el hábito de salir a caminar. Puedes hacerlo parte de tu rutina de sueño, caminar unos 30 minutos por la tarde cuando el sol comienza a esconderse.

Mejora tu estado de ánimo. Hay estudios que demuestran que caminar puede mejorar estados de depresión, fatiga crónica y ansiedad. Puede servir para mitigar los efectos del estrés, a mejorar nuestra autoestima y la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno. Si la caminata se realiza al aire libre y en contacto con la naturaleza los beneficios pueden ser aún mejores.

Promueve el pensamiento creativo. Caminar puede ayudarte a aclarar y despejar tu mente. Facilita los procesos de generación de ideas y resolución de problemas. Así que la siguiente vez que no sepas cómo resolver una situación, te recomiendo que salgas a pasear un rato.

Llevar un registro de nuestros pasos puede servir como una fuente de motivación y nos puede dar mucha información sobre qué tan sedentarios o activos fuimos durante el día. Existen muchos relojes de pulsera que tienen podómetro, o existen aplicaciones que puedes descargar en tu celular, la desventaja es que a veces no llevamos el celular a todos lados y el número puede no ser tan preciso.

Dale variedad (en la medida de lo posible) a tus caminatas. Busca nuevos parques, camina en alguna colonia o residencial cercano y cuando te sea posible busca alejarte un poco de la ciudad y adentrarte en la naturaleza. Si el clima no lo permite, tener una caminadora en casa o ir a un gimnasio puede ser una alternativa.

Si disfrutas caminar solo, puedes hacerlo escuchando música o algún podcast de tu interés. Incluso podrías caminar mientras haces una llamada que sepas que vaya a durar suficiente.

Si en cambio, no te animas a caminar solo, pide a un amigo o vecino que te acompañen o busca un grupo con el cual puedas realizar estas actividades. No siempre hay que reunirse en torno a una mesa, puedes invitar a tu familia y amistades a realizar un recorrido juntos.

Caminar en grupo es una manera genial de llevar una vida activa, de hacer nuevos amigos y de mantenerse motivado.

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